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Chlamydia
Universidad del Valle
Facultad de Salud
Escuela de Bacteriología y Laboratorio Clínico
BACTERIOLOGÍA GENERAL
Trabajo final:
INFECCIONES GENITALES POR CHLAMYDIA
Presentado por:
Alexander Bolaños (0634232)
Karen L. Granados O. (0643522)
Viviana Ortiz Londoño (0630138)
Diana Vanessa Sarria Z. (0630518)
A la profesora:
Dra Maria Eugenia Gonzales.
Dir. Escuela de Bacteriología y Laboratorio Clínico
Santiago de Cali, Junio 11 de 2008.
CONTENIDO:
1. Chlamydia, aspectos generales.
2. Ciclo de desarrollo.
3. Interacción huesped-parásito.
4. Período Prepatogénico.
5. Período Clínico.
6. Pruebas diagnósticas.
7. Tratamiento.
8. Protocolo.
9. Bibliografía.
1. CHLAMYDIA, ASPECTOS GENERALES.
Las Chlamydias son organismos procariotas, de tamaño muy pequeño y forma esferoidal, que se comportan como parásitos intracelulares estrictos de las células de los vertebrados, son bacterias Gram negativas algo diferentes, dado que en vez de presentar una unidad disacárida en su pared celular de N-acetilglucosamina y N-acetilmurámico como las otras bacterias, sólo tiene el primer monosacárido (es decir, N-acetilglucosamina). Presentan un ciclo de desarrollo intracelular muy característico, que comporta la intervención de dos formas celulares, el corpúsculo elemental y el corpúsculo reticulado o inicial, que representan las formas extracelular e intracelular del parásito.
Se encuentran muy difundidas en los animales y también en el hombre, dando lugar a infecciones que, por producirse en un medio intracelular protegido, en su mayoría son inaparentes y se caracterizan en que los microorganismos pueden persistir y eliminarse durante mucho tiempo, lo que explica su infecciosidad. Producen en el hombre infecciones clínicas muy diversas, que se caracterizan por su tendencia a la cronicidad.
La clasificación científica para las Chlamydias está dada de la siguiente manera:
Existen cuatro especies de Chlamydia importancia clínica:
C. trachomatis
C. pneumoniae
C. psittaci y
C. pecorum
El presente texto se encargará de abordar algunos aspectos de la especie Chlamydia trachomatis, causante de patologías como tracoma, conjuntivitis de inclusión e infecciones genitales.
La antigenicidad y determinantes de género y especie se dan de la siguiente manera. El género se determina en la estructura del lipolisacárido, especificamente en la región core o centro, el antígeno inmunodominante es el 2-keto-3-desoxioctónico. Los antígenos específicos de especie que permiten diferenciar dentro de las cuatro especies de Chlamydia, son de naturaleza proteica y termolábiles, y están asociados a membrana externa, se han demostrado 18 fracciones antigénicas, algunas de las cuales se han podido purificar y se demuestran por inmunoelectroforesis. También existen determinantes de tipo, y los antígenos son de naturaleza proteica (encontrados también en membrana externa) que permiten distinguir las especies en serotipos, 15 específicamente, determinados por medio de microinmunofluorescencia (los serotipos hallados son: A, B, Ba, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L1, L2 y L3.) y cada uno de ellos tiene una responsabilidad de ciertas patologías adquiridas específicamente por cada sepa.
2. CICLO DE DESARROLLO.
Las Chlamydias tienen un ciclo reproductivo común. La partícula infectante estable en el ambiente, es una célula pequeña, cuerpo elemental. Para adherirse a las células huésped se requiere un sulfato de heparina parecido a la glucosamina glucano sobre la superficie de la Chlamydia. Después de la adhesión, el cuerpo elemental se introduce por fagocitosis a la célula huésped dentro de una vacuola derivada de la membrana superficial. Este corpúsculo elemental se reorganiza en uno más grande (cuerpo reticulado). Dentro de la vacuola rodeada por una membrana, el cuerpo reticulado aumenta de tamaño y se divide varias veces por la fisión binaria. Con el tiempo toda la vacuola se encuentra llena de cuerpos elementales derivados por la fisión binaria de los cuerpos reticulados para formar una inclusión en el citoplasma de la célula huésped. Los cuerpos elementales recién formados pueden liberarse de la célula huésped para infectar nuevas células. El ciclo de reproducción dura de 24 a 48 horas (1,8).
3. INTERACCIÓN HUESPED-PARÁSITO.
La característica más notable de la infección por Chlamydia trachomatis es el equilibrio que con frecuencia se alcanza entre el huésped y el parásito, y que resulta en una infección prolongada persistente. La propagación de una especie a otra conduce con frecuencia a la enfermedad. El huésped infectado regularmente produce anticuerpos a varios antígenos de Chlamydia que tienen escaso efecto protector contra la reinfección. Por lo general, el agente infectante persiste en presencia de títulos aumentados de anticuerpo.
4. PERÍODO PREPATOGÉNICO.
Tiene que ver con aquellas condiciones y factores a nivel integral que permiten que la infecciones por Chlamydia trachomatis sean más posibles y frecuentes en ciertos individuos que en otros. Dentro de estos factores podemos encontrar:
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Factores del agente. Depende de las propiedades de patogenicidad y virulencia del microorganismo.
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Factores sociales. Condicionados principalmente por el nivel de ingresos, las medidas de salud pública y el acceso a servicios de salud, entre otros condicionantes.
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Factores del huesped. Dentro de lo cual están otros condicionantes como: grupo étnico, hábitos sexuales, percepción del riesgo a enfermar, estado inmunológico, herencia, uso de servicios de salud y escolaridad, entre otros no mencionados.
5.PERÍODO CLÍNICO.
Durante este periodo, las infecciones genitales por Chlamydia se manifiesta por signos y síntomas que facilitan su diagnóstico y se presentan entre los 7 y 21 días después de la relación sexual.
Se pueden hacer notar ciertas manifestaciones clínicas en hombres como uretritis e incluye secreción mucopurulenta en cantidad moderada o escasa, prurito uretral y ardor al orinar. Si estos síntomas se complican y no es tratada la infección con eficacia se puede producir ciertas enfermedades como epididimitis, infertilidad y síndrome de Reiter. Las probabilidades de alcanzar estas últimas secuelas son escasas, rara vez se han visto, sin embargo pueden ocurrir y es mejor ser cautelosos. En hombres homosexuales, el coito anorrectal pasivo puede ocasionar proctitis por Chlamydias.
En mujeres se pueden encontrar ciertas manifestaciones clínicas o enfermedades como secreción endocervical mucopurulenta, con edema, eritema y hemorragia endocervical. Si estos síntomas se complican y no es tratada la infección con eficacia se puede producir ciertas enfermedades como Salpingitis, con el riesgo de infertilidad, embarazo ectópico y/o dolor pelviano crónico.
A pesar de la existencia de todas las patologías anteriormente mensionadas es interesante dar a conocer que alrededor de una tercera parte de los hombres infectados son asintomáticos, mientras que de 20 a 30% de las mujeres lo son. También es importante manifestar que las infecciones por Chlamydias pueden adquirirse al mismo tiempo que la gonorrea, y persistir después del tratamiento exitoso contra las infecciones por el gonococo. Debido a la dificultad de diferenciar clínicamente la cervicitis gonocócica de la producida por Chlamydias, cuando se sospeche que una de ellas esta presente se recomienda el tratamiento contra ambos microorganismos.
6. PRUEBAS DIAGNÓSTICAS.
Dentro de las muchas pruebas diagnósticas para determinar la presencia del agente en humanos se pueden destacar cuatro y estas son: cultivo celular, detección de antígenos, amplificación de ADN y pruebas serológicas.
Cultivo celular. Es el método más sensible y considerado como la prueba de oro para el diagnóstico de las infecciones causadas por Chlamydia trachomatis del tracto genital tanto en hombres como en mujeres. La sensibilidad es del 70- 85%. Las muestras más indicadas para la realización del cultivo son: muestras uretrales de hombres y mujeres asintomáticos, muestras nasofaríngeas, muestras rectales y muestras vaginales de niñas prepúberes y en casos de abuso sexual.
Detección de antígenos. Es un test de diagnóstico basado en la detección inmunohistoquímica de antígenos de lipolisacáridos de género específico y fueron desarrolladas durante los años 1980; actualmente se comercializa un gran número de estos tests. La técnica del inmunoensayo enzimático para la determinación del antígeno de Chlamydia permite el análisis de diferentes tipos de muestras y un gran número de muestras; los resultados se obtienen a las cuatro horas después de iniciada la prueba. Se detectan antígenos lipopolisacáridos específicos del género extraídos de los cuerpos elementales de la muestra, los cuales son más abundantes y más solubles que la proteína MOMP. El fundamento de la técnica consiste en que Chlamydia trachomatis cuando está presente en la muestra, se une al anticuerpo monoclonal anti-LPS (IgG mureina) usado como el reactivo detector, presente en la placa o perla comercial, formando un complejo que se revela al adicionar el conjugado del anticuerpo anti-inmunoglobulina humana con la peroxidasa (anticuerpo anti-murino IgG) y, posteriormente, el sustrato de la enzima. Se desarrolla un color amarillo a naranja en proporción a la cantidad de antígeno presente en la muestra se detecta por medio de un detector espectofotométrico.
Amplificación del DNA. Los recientes desarrollos de métodos moleculares patógeno-específicos han revolucionado el diagnóstico de enfermedades de transmisión sexual, tests basados en la tecnología de la amplificación de ácidos nucleicos pueden utilizar muestras como orinas, hisopados vaginales, disminuyendo la necesidad de exámenes físicos y aumentando la especificidad y la sensibilidad. Esto es posible gracias a técnicas como PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) y LCR (Reacción en Cadena de la Ligasa) (36). Estos procedimientos son altamente sensibles, proporcionan alto grado de especificidad, lo que contribuye a la obtención de resultados de óptima calidad. La PCR es un método que permite detectar un bajo número de copias del DNA de Chlamydia, lo que la hace más sensible que otras pruebas.
Pruebas serológicas. Debido a múltiples problemas, el diagnóstico de la infección por Chlamydia, con la determinación de anticuerpos, es limitado. Una sola muestra de suero es inadecuada y los sueros apareados suelen ser difíciles de obtener porque la enfermedad suele ser inicialmente inaparente o tener un largo periodo de incubación lo que dificulta obtener el suero en la fase aguda de la infección. Los anticuerpos persisten por largos periodos y la detección en un suero indica, únicamente, una exposición anterior al microorganismo. Un aumento de 4 diluciones del título, entre la fase aguda y la de convalecencia, acompañado de sintomatología clínica, apoya el diagnóstico de la infección por Chlamydia. La concentraci ón de anticuerpos está relacionada con la naturaleza de la infección. Generalmente, entre más invasivo el organismo, más alto el título de los anticuerpos. Los títulos más altos se encuentran en los casos de linfogranuloma venero activo; los títulos de las mujeres con salpingitis son más altos que los de cervicitis y los de las mujeres, en general, son más altos que los de los hombres.
Por cuanto todos estas pruebas diagnósticas son costosas, el uso de ellas es escaso o nulo, no se utilizan mucho para análisis a paciente sino para investigación científica. Resulta más económico el tratamiento antibiótico que la detección del microorganismo.
7. TRATAMIENTO.
El tratamiento mas eficaz es el uso de Tetraciclinas: Azitromicina (tomada solo un día), Doxiciclina (tomada siete días). También pueden tratarse con otros antibióticos como la eritromicina o la ofloxacina. A las mujeres embarazadas se les puede tratar con azitromicina o eritromicina, o algunas ocasiones, con amoxicilina. La penicilina, utilizada por los médicos frecuentemente para tratar otras ETS, no cura la infección por clamidia.
Control y Re consulta. Si la unidosis o primera dosis es supervisada, no es necesaria la cita de control. La reconsulta se realiza cuando hay persistencia de la infección, o por reinfeccion.
8. PROTOCOLO.
El abordaje de la infección se hace desde un punto de vista sindrómico, es decir, que la clasificación depende del síndrome y no por el Agente causante. Se realiza el diagnóstico a partir de los síntomas y no recomiendan pruebas de laboratorio. El tratamiento se debe iniciar de inmediato para una mayor eficacia terapéutica. Por cuanto la realización de las pruebas de laboratorio resultan costosas frente al tratamiento, no existe un manejo adecuado, ni registro, ni las notificaciones objetivas de las infecciones por Chlamydia.
9. BIBLIOGRAFIA
Microbiología y Parasitología Médica. Agustín Pumarola. 4-ed
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